TEMA 8. (RESUMEN) LA GUERRA CIVIL
ESPAÑOLA (1936 – 1939)
1. La
sublevación militar.
El 17
de julio de 1936, la
insurrección militar se inició en Melilla. Desde allí se extendió rápidamente
al conjunto del protectorado de Marruecos.
El 18
y 19 de julio, el golpe se extendió a la península y los archipiélagos.
Los sublevados triunfaron en las zonas rurales y
fracasaron en las más industrializadas.
El golpe
fracasó en Asturias, Cantabria y parte del País Vasco, Cataluña,
Levante, Madrid, Castilla la Mancha, Murcia y la zona
oriental de Andalucía.
Los
golpistas triunfaron en Galicia, Castilla-León, Navarra,
con el general Mola en Pamplona, Andalucía Occidental, con el
general Queipo de Llano en Sevilla, Baleares, excepto Menorca, con el
general Goded y Canarias, desde donde Franco, se desplazó a Marruecos el día 19 para ponerse al frente del ejército de África.
También triunfó en enclaves aislados como Oviedo, con el general Aranda,
Granada, donde tuvo lugar el asesinato de García Lorca, y Zaragoza con el
general Cabanellas.
El fracaso parcial del golpe llevó a la división del territorio en dos zonas y
al inicio de la guerra.
2. La dimensión internacional del conflicto
Aunque
en el exterior, promovido por las principales potencias, se creó Un Comité de No Intervención, El bando nacional recibió el apoyo exterior de Alemania e
Italia, mientras que los republicanos
obtuvieron la ayuda militar de la URSS y de las Brigadas Internacionales (más de 40.000 voluntarios de
diversos países).
Las potencias
fascistas ofrecieron una ayuda importante a los
rebeldes dirigidos por Franco. Mussolini y Hitler no
solo podían conseguir beneficios
estratégicos, Italia continuaba su política de expansión
mediterránea y Alemania podía obtener un aliado que
amenazara la retaguardia francesa, sino que ayudaban a un aliado
ideológico en su lucha contra los sistemas democráticos y las ideologías
obreras. Portugal se unió desde
un principio a esta ayuda a Franco.
La URSS, por otro lado, tuvo muy claro desde un principio su compromiso
de ayuda a la República.
No sólo se enfrentaba a la expansión del fascismo, sino que alejaba el centro
del conflicto entre las potencias al otro confín de Europa, alejando el interés
de Hitler de sus fronteras. La ayuda
soviética comenzó a llegar a tiempo para la defensa de Madrid.
Sin embargo, aunque fue importante fue más dispersa y de menor calidad
que la que recibió Franco.
3. El desarrollo de la guerra civil.
En
el bando nacional el poder quedó
en manos de un grupo de generales que, siguiendo las propuestas del general Mola, establecieron un
estado autoritario y militarizado. Entre los generales golpitas eligen como
líder de las operaciones al general Franco, que después de la muerte en accidente del general
Mola, se convierte en el
jefe absoluto del bando
nacionalista.
En
el bando republicano gran parte
del poder quedó en manos de comités
obreros, organizados por partidos
y sindicatos que no estaban sometidos a ningún tipo de poder centralizado.
● La
Batalla de Madrid
El objetivo de los golpistas,
desde el principio, era tomar Madrid.
En noviembre
de 1936 se inició la Batalla de Madrid. A pesar de la superioridad militar de las
fuerzas nacionales, la moral
de la población madrileña aumentó con la llegada de refuerzos exteriores, las Brigadas Internacionales, cuerpo de voluntarios
organizados esencialmente por los comunistas; tanques y aviones rusos,
la columna del anarquista
Durruti... llegaron para ayudar en la defensa de la
capital.
Madrid fue sitiada y
bombardeada por Franco, pero la fuerte resistencia de los republicanos y las
derrotas sufridas por las tropas nacionalistas en las batallas del Jarama y Guadalajara en 1937, obligaron a Franco a abandonar la ofensiva.
● La
Campaña del Norte
De la primavera al otoño
de 1937, las tropas nacionales conquistaron la zona norte republicana. El País Vasco, Cantabria y Asturias
cayeron en manos de Franco. Durante esta fase tuvo lugar el célebre bombardeo de Guernica. La Legión Cóndor,
grupo aéreo alemán enviado por Hitler,
bombardeó la ciudad y la arrasó. Los republicanos organizaron la ofensiva de Belchite en Aragón, pero fracasaron, y
finalmente las tropas franquistas tomaron todo el norte del país.
● De Teruel a la batalla del Ebro.
Las derrotas
republicanas en Teruel, en febrero de 1938 y
en la
Batalla del Ebro
en
noviembre del mismo año, con más de 100.000 muertos, precipitan el final
de la guerra.
● El final de la guerra. La ofensiva
nacionalista contra Cataluña.
La conquista de Barcelona por las tropas
franquistas en enero de 1939 provocó un enorme
éxodo de población. Más de
500.000 personas huyeron a Francia, donde fueron internadas en campos de
concentración.
Ante la inminente
derrota,
las divisiones internas en el
bando republicano, donde el gobierno de Juan Negrín, con el apoyo de los comunistas y parte de los
socialistas, proponía la resistencia a ultranza, chocaba frontalmente con
algunos sectores del ejército,
provocando
el golpe militar del coronel Casado, que defendía la negociación de la derrota con
los nacionales. Franco exigió la
rendición incondicional, y el 28 de marzo, las tropas franquistas entraron en
Madrid y el
1 de Abril de 1939 terminaba
la guerra civil. Una larga dictadura vino a sustituir a la Segunda
República.
4. Las consecuencias de la guerra civil.
● Consecuencias demográficas.
Se han dado cifras muy
dispares al cuantificar las pérdidas humanas que causó el conflicto: los
muertos en el frente y por la represión en la guerra y en las posguerra, el
hambre, las epidemias; la reducción de la natalidad consiguiente...
Los cálculos más aceptados estiman entre
quinientos y seiscientos mil muertos, el coste de la guerra y la
posguerra.
Otro elemento clave de las consecuencias demográficas fue el exilio
republicano.
En conjunto, se calcula que hubo unos
cuatrocientos cincuenta mil exiliados. Aunque algunos fueron retornando
durante la dictadura, muchos no volvieron a España o esperaron a la muerte de
Franco en 1975.
● Consecuencias económicas.
La guerra fue una verdadera catástrofe económica.
La destrucción del tejido industrial del país,
lo que llevó a la vuelta en los años cuarenta a una economía básicamente
agraria.
Destrucción de viviendas, se calculan en unas doscientas cincuenta
mil, comunicaciones, infraestructuras...
Aumento de la deuda externa y pérdida de las reservas de oro del Banco
de España.
● Consecuencias sociales.
El resultado de la guerra trajo consigo la recuperación de la
hegemonía económica y el triunfo de los
grupos más conservadores y la Iglesia que apoyó al bando nacional. También trajo consigo el empobrecimiento
cultural provocado por el exilio forzado de destacadas personalidades del
mundo de la cultura y del arte.
● Consecuencias morales.
La guerra supuso una verdadera fractura moral del país. Varias
generaciones marcadas por el sufrimiento de la guerra y las consecuencias de la
larga posguerra.